¿Qué tienen en común una copa de vino tino y un gel de baño con polifenoles? Aparentemente nada, ¿verdad? Pues te sorprenderá saber que ambos están repletos de antioxidantes que pueden ayudar a que tu cuerpo luzca más joven (y saludable). ¿Quieres saber por qué? La clave está en los polifenoles y su relación con la microbiota de la piel. ¡Te lo contamos con detalle!
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Polifenoles, microbiota y microbioma de la piel
Con la creciente preocupación de los consumidores por el cuidado de la piel, en los últimos años se ha generalizado un mayor interés por los productos cosméticos ‘naturales’, es decir, aquellos que hacen hincapié en los ingredientes libres de sustancias químicas innecesarias. Y para mantener en buen estado la piel es fundamental cuidar el microbioma y la microbiota.
Diferencias entre microbiota y microbioma cutánea
La microbiota es el conjunto de microorganismos (bacterias, hongos, virus,…) que viven en simbiosis con los seres humanos. Se puede localizar en el intestino, tracto respiratorio, urogenital y la piel. En el caso de la piel se pueden encontrar hasta 1.000.000 bacterias por centímetro cuadrado. Aunque suene increíble, el número de bacterias en el cuerpo humano es diez veces superior al de nuestras células.
Por su parte, el microbioma es el hábitat en su conjunto, incluyendo los microorganismos, sus genomas y las condiciones ambientales que les rodean.
Equilibrio y desequilibrio en la microbiota de la piel
La microbiota crea una barrera protectora en la piel, siempre que esté equilibrada, inhibiendo la colonización de especies patógenas. Cuando se altera este balance, los microorganismos compiten por los nutrientes y el espacio y se puede provocar una disbiosis o desequilibrio de las poblaciones bacterianas.
De esta forma, al alterarse las poblaciones de microorganismos, la función barrera de la piel queda alterada. Esta situación contribuye a que un exceso de determinados microorganismos pueda provocar problemas de sensibilización en la piel seca.
Conservación de la microbiota cutánea con probióticos y prebióticos
Preservar nuestra microbiota en buen estado –y, como consecuencia, nuestro microbioma– es clave para el mantenimiento de las funciones y la estructura de la piel, además de reducir la probabilidad de la aparición de algunas patologías.
Ahí es donde entran en juego dos ingredientes esenciales: los probióticos y los prebióticos.
Los probióticos son microorganismos vivos que, cuando se ingieren en las cantidades adecuadas, producen un efecto beneficioso sobre la salud. Son bacterias o levaduras que presentes en algunos alimentos (como yogures y quesos), medicamentos o suplementos dietéticos y, desde hace un tiempo, en algunos cosméticos y productos de higiene personal.
En cambio, los prebióticos son los nutrientes del microbioma que promueven un correcto funcionamiento del mismo al estimular, de manera selectiva, el crecimiento y la actividad de las bacterias beneficiosas.
Los polifenoles como nutrientes activos para la piel
Bajo esta idea de preservar y proteger tanto la piel como el cabello, desde Thader Pharma lanzamos la línea de Polifenoles. Aquí te hablamos largo y tendido sobre ella, pero, en resumen, los polifenoles actúan como antioxidantes naturales gracias a las propiedades quelantes de metales y eliminadores de radicales libres, cuya actividad está vinculada estrechamente con su estructura.
¿Cómo ayudan a la piel? Los polifenoles, debido a su efecto ‘prebiótico’, pueden inhibir/aumentar el crecimiento de bacterias específicas tanto en la composición microbiana intestinal como en la de la piel, modificando la composición de la microbiota.
Diferentes estudios científicos han demostrado cómo los polifenoles pueden paliar de forma natural los daños producidos por factores exógenos a la microbiota de la piel, por lo que son considerados como un ingrediente saludable y multifuncional para ella.
Beneficios de los polifenoles para la piel
- Acción antioxidante: protege tu piel y la mantiene sana y equilibrada.
- Antiradicales libres: previenen el envejecimiento prematuro de la piel.
- Conservante natural: alarga la vida de los productos y los mantiene en perfecto estado.
- Protectora de la microbiota de la piel: tu piel doblemente protegida, barrera física e inmunológica.
- Nutrientes activos de la piel: una piel regenerada y elástica.